Lee las etiquetas de los productos que compras.
En muchas ocasiones, compramos productos con una apariencia que puede resultar engañosa y darnos la impresión de ser más saludables de lo que son. Lee siempre cuáles son sus componentes e intenta llevar una alimentación equilibrada. Para ello, es muy conveniente dedicar cinco minutos a planificar los menús de la semana y elaborar una lista de la compra que incorpore alimentos sanos, recuerda que:
- Puedes comprar pan integral, en vez de blanco, con mayor aporte de vitaminas, fibras y minerales.
- Es importante consumir piezas de fruta diaria.
- Debes moderar el consumo de carne roja y sustituirla por otros alimentos más saludables.